Si bien es cierto que las developers y designers que culminan el bootcamp de Laboratoria son un talento joven en el sector tecnológico, esto no necesariamente implica que también sean nuevas en el mundo profesional.
La característica que poseen en común es una gran capacidad de reinventarse y continuar aprendiendo convirtiéndolas en un talento maduro de vida, que les permite otorgar una mirada diferente y diversa a los proyectos y productos digitales en los que trabajan ahora.
Con una buena mezcla de habilidades transversales y conocimientos técnicos, estas profesionales se convierten en un talento único para crear soluciones digitales innovadoras y lideran equipos y proyectos en poco tiempo, convirtiéndose en piezas fundamentales de las organizaciones. Este es el caso de Olga Contreras, Gerente de Operaciones en Pixeron.
Renacer en un sector luego de invertir tanto en otro
Olga vive en Metepec, Estado de México, y le gusta bucear. Ha hecho buceo profesional varios años, aprendiendo todas las técnicas de supervivencia en mar. También siente inclinación por la tecnología y la medicina. En la escuela obtuvo una carrera técnica y entró a trabajar en una oficina de gobierno en el área de sistemas. Es ahí donde Olga se da cuenta de una dura realidad: todos en el área de sistemas eran hombres y ella, super joven.
Luego de esta experiencia desafiante y generando algunos ingresos para su familia, Olga pudo continuar con su sueño e inició estudios de medicina. Sin embargo, ganando ya 5 años de estudio en el área, tuvo que dejarla. Exploró otras opciones que no la llenaron profesionalmente, así que decidió volver a la tecnología. Inició estudios de Ingeniería de Sistemas y en su búsqueda de nuevas oportunidades encontró a Laboratoria.
“A pesar de que tenía que contar con mucho tiempo disponible, y yo estaba paralelamente estudiando sistemas, me comprometí a terminar el periodo en Laboratoria. Fue una etapa muy importante, incluso emocionalmente”.
Avanzó su etapa en el bootcamp y en el Talent Fest conoció a su futuro jefe y su primera propuesta laboral. Le gustó el interés de la empresa en el crecimiento profesional y personal de las developers. Ese primer empleo como developer le dio seguridad. El equipo era bueno, sus líderes eran personas correctas. Pero llegó la pandemia y la empresa no pudo sobrevivir. Es ahí donde recibe la propuesta de Pixeron, una startup especializada en los aspectos tecnológicos de Marketing Digital. Al inicio, Olga trabajó por proyectos. En tres meses pudo acabar la carrera de sistemas y decidió especializarse en Dirección de Proyectos.
En Pixeron encontró su lugar feliz. Estaba contenta de trabajar en ese equipo y decidió contarles su historia.
“Ni en Laboratoria, ni en los otros trabajos, había contado todo este sinfín de aprendizajes y experiencias que había tenido. Pero decidí contarle a Pixeron mi background. Y justo estaban buscando la posición de Project Manager, así que me la ofrecieron”.
Olga fue sumando responsabilidades y decidió dar otro paso más en su carrera. Busco becas y accedió a una Maestría en Gestión de Proyectos. Desde esa fecha, sus responsabilidades en Pixeron han ido aumentando: dirección técnica de soluciones a los clientes, desarrollo de productos, toma de decisiones, trabajo conjunto con el liderazgo.
“Olga ingresó como experta técnica, sin embargo gracias a su preparación, desempeño, y habilidades, se ha construido dentro de la empresa como gerente de operaciones desarrollando diferentes responsabilidades. Ella es un caso de éxito y me siento muy honrada por ser testigo de su crecimiento y por tenerla en el equipo”, comenta María José Garay, CEO de Pixeron.
¿Cómo sumar su experiencia al rol que tiene ahora?
Para Olga, Laboratoria le ayudó a juntarlo todo, aunque no fue sencillo. “En Laboratoria me permitieron conocerme más, adueñarme de mi vida y aprender a aprovechar habilidades que uno no suele ver. Aprendí a valorar toda mi mezcla y diversidad. Y aprendí que soy única”. Esto la ayuda en lo que hace y las decisiones que toma.
“Yo solía pensar que medicina no servía para liderar proyectos tecnológicos. Pero ahora, por ejemplo, lo aplico en proyectos”. Incluso su experiencia con el buceo le permite poner en práctica algunas habilidades para su nuevo rol. “Cuando buceas nunca bajas solo. Siempre hay alguien que te apoya ante la incertidumbre. Lo mismo sucede en el proyecto”.
Maria Jose y Olga comprenden que la vida profesional no es lineal. “Nos frustramos cuando nos damos cuenta que el camino de desarrollo vertical no es lo que buscamos o ya no se ajusta al contexto actual. Pero esa no es la vida real. La vida es transformación y uno va descubriendo diferentes intereses. Conforme pasa la vida se abre el espectro. Algo que me gustaría decirle a los jóvenes es que esto pasa en la vida de todas las personas. Siendo jóvenes tenemos la visión del 10%. Laboratoria coge la vida y le abre nuevas puertas. Les ofrece otro pedazo de la tarta”, reflexiona Maria Jose.
“Lo que estudias, lo que te gusta en un momento de la vida, no te define. Y tomar un nuevo camino no implica empezar de cero. Todo suma y todo aporta. Es importante dejar en claro que nunca es tarde para optar por lo que te gusta. Siempre puedes cambiar. Si tiene la persona la capacidad de hacerlo, de realizar las actividades, ese es el enfoque. Si lo puedes hacer debes tener la oportunidad”, finaliza Olga.