Conocí Laboratoria por Twitter, me causó mucha curiosidad y comencé a investigar. Recuerdo que hablé con una egresada de Perú, asistí a una charla en la que conocí a Mariana, participé en varios webinars y me enamoré completamente. 

Yo necesitaba darle una vuelta 180° a mi vida, no solo necesitaba cambiar de trabajo, también quería aprender algo que significara un reto para mí y debía trabajar en algo tan importante que siempre ignoraba: mi capacidad para hablar en público. Encontrar en un solo lugar todo lo que necesitaba fue como un regalo.

Siempre quise estudiar Ingeniería Mecánica y por muchas razones no pude hacerlo. Antes de Laboratoria trabajaba en una panadería lo que me permitía satisfacer mis necesidades básicas y ayudar a mi mamá; pero con un horario de trabajo de 13 horas en un ambiente sorprendentemente hostil, recuerdo que llegue a un punto en el que sentí una frustración tan grande que pensé que nunca saldría de ese lugar, por lo que debo decir que para mi Laboratoria llegó en el momento justo.

Cada proyecto ha sido un reto y en estos meses de bootcamp he aprendido muchísimo, no solo de tech, también he podido desarrollar mis habilidades soft; he aprendido lo importante de trabajar en equipo, a confiar en mis habilidades y las de mis compañeras. Creo que entender los conceptos y poder resolver problemas es importante, pero saber trabajar en equipo, poder decir "no entiendo" y pedir ayuda sin ser juzgado es realmente muy valioso.

Considerando la época en la que vivimos, al no poder salir de casa, uno se imagina que pasar 5 horas sentada frente a un computador debe ser realmente estresante, pero mi experiencia ha sido muy amigable. Las horas se me pasan muy rápido, paso mis días entre escribir código y reírme por las ocurrencias de alguna de mis compañeras. El equipo de Laboratoria siempre está muy pendiente de lo que necesitamos y me dan la oportunidad de concentrarme en cada proyecto e ir a mi ritmo. Aunque la experiencia hubiese sido diferente si estuviésemos en modalidad presencial, estoy segura de que el aprendizaje remoto me ha ayudado a desarrollar habilidades que me preparan para el futuro.

Los coaches y todo el equipo de Laboratoria son personas que están muy dispuestas a acompañarte en tu camino, a apoyarte, a darte consejos siempre pensando en el momento por el que cada una de nosotras está pasando, buscan la manera de inspirarnos cada día ya sea contándonos sus propias experiencias de superación o encontrando a personas que nos pueden apoyar. Para mí, ha sido muy significativa una frase que siempre nos dicen: "Recuerden que estamos a un Slack de distancia". Hemos conocido a coaches, egresadas y estudiantes de otras sedes que siempre están muy dispuestos a colaborar; nos comparten recursos, nos responden preguntas y nos cuentan sus experiencias.

Cuando uno piensa en un bootcamp remoto se imagina de todo menos integración, es difícil imaginarse que se puede establecer una relación de compañeras con personas que nunca has visto pero en el caso del bootcamp de Bogotá ha sido todo completamente diferente.

Aunque físicamente estamos lejos es increíble la cantidad de momentos tan bonitos que hemos vivido juntas: si una ríe, todas reímos; si una llora, todas lloramos; estudiamos juntas, celebramos juntas los logros y los aprendizajes de todas. Gran parte de mi avance se lo debo a mis compañeras y al apoyo que he encontrado en cada una de ellas.

Del bootcamp tengo muchas expectativas, me siento muy entusiasmada; pienso en lo que puedo hacer, lo que puedo aprender, sobre quien puedo ser y a donde puedo ir. Me encantaría conocer a mis compañeras en persona; recuerdo una vez que estábamos conversando en el bootcamp y dijeron "Algún día cuando todo esto pase, nos veremos en un parque y todos verán como locos a 48 mujeres abrazándose como si se conocieran de toda la vida".

Para mí, Laboratoria significa superación, porque todas y cada una de las estudiantes tienen muchas ganas de cambiar su mundo y de marcar la diferencia. Laboratoria es para mí y para mis 48 compañeras un espacio seguro donde podemos aprender una profesión, pero también es una oportunidad para cambiar nuestras vidas. 

Hemos descubierto que tenemos tanto en común pero también hemos aprendido a resaltar lo bonito de nuestras diferencias. Sin importar quienes somos ni de dónde venimos en Laboratoria cada una de nosotras tiene un lugar especial.

Oriana Reina, María Alejandra Ibáñez, Ana Rátiva, Tatiana Toro y Ducle Mercado, actuales estudiantes del bootcamp en Bogotá, 2020

Primera generación de programadoras en el bootcamp de Bogotá, 2020