Con el 2020, el trabajo remoto tomó más fuerza que nunca, incluso en muchas empresas esta modalidad llegó para quedarse. A raíz de este cambio, arribó la flexibilidad y comenzamos a cuestionarnos el tiempo que le dedicamos al trabajo. El enfoque pasó a ser más de objetivos y menos de contar las horas que pasaban detrás de la computadora. Según CEPAL - OIT (2020), durante la pandemia, las empresas incentivaron un mayor aprovechamiento del teletrabajo aún después de superada el impacto directo del virus en la economía y los mercados laborales de los países. Aspectos como mantener cierto distanciamiento físico como medida preventiva y el aprovechamiento de aspectos laborales, familiares y de economía de tiempo llevaron a muchas empresas y trabajadores a buscar nuevas combinaciones de trabajo presencial y a distancia. Una de estas tendencias adoptadas fue el esquema de trabajo de la semana de cuatro días. Si bien no es algo nuevo, ya que muchas empresas lo habían implementado desde antes de que llegara la pandemia de Covid-19, se ha visto un crecimiento en las organizaciones que pusieron en efecto este modelo o una variable del mismo.
Pese a que años atrás hubiéramos creído imposible decir que cuatro días de trabajo eran suficientes, hoy ya son varias empresas e incluso países que han optado por este modelo como lo son Kickstarter, Shopyfy y Unilever en sus oficinas de Nueva Zelanda. Estas mismas empresas hoy permiten que sus colaboradores/as trabajen 32 horas a la semana en un esquema de cuatro días, recibiendo la misma remuneración que antes.
Uno de los casos más sonados es el de Islandia que del 2015 al 2019 implementó un experimento a nivel nacional en el cual las empresas debían de adoptar el régimen de 4 días laborales, dando como resultado un aumento igual o superior en la productividad. Esto no solo fue un resultado positivo, sino una muestra tangible de que el modelo efectivamente funciona y es beneficioso tanto como para las organizaciones como para los/as colaboradores.
Primeros pasos para pasar de 5 a 4
Si bien puede sonar algo controversial para algunas personas, son varios los beneficios que muestran las empresas que han adoptado prácticas similares. Entre los principales están la reducción del tiempo que los/as colaboradores/as pasan en cosas no relacionadas al trabajo, ya que enfocan su tiempo en ser productivos y así disfrutar de un día más de descanso. En algunas empresas se ha mostrado una mejora en los resultados permitiendo un crecimiento de la organización y uno de los beneficios más grandes es el de la mejora en la salud mental y la reducción del riesgo de burnout.
Puede parecer complicado aplicar esta semana de cuatro días (metiendo el trabajo de 40 horas en 32) y, aunque probablemente no todo los tipos de industrias lo puedan hacer, aquí dejamos algunas de las recomendaciones para hacerlo:
- Reducir el tiempo en reuniones.
- Tomar menos descansos entre una tarea y otra.
- Evitar distracciones en esos cuatro días laborales.
- Hacer uso de más herramientas de trabajo sincrónico.
Aunque no hay una fórmula secreta para arrancar con esta iniciativa, muchas empresas comenzaron haciéndolo por periodos de prueba, otras en lugar de fijar un mismo día de descanso para todos/as, rotan los días que las personas descansan para tener siempre gente en sus equipos.
Hay otras organizaciones como en Laboratoria que adoptaron una modalidad diferente que igual permite disfrutar de los beneficios que ofrece la semana de cuatro días.
El quinto día en Laboratoria
Desde que Laboratoria se convirtió en una compañía fully remote creamos los viernes flex, los cuales como su nombre lo dice, son días flexibles de trabajo. Para los y las Laboratorians nuestros viernes son días en los que buscamos aprender cosas nuevas, aprovechamos para reflexionar con nuestros equipos y avanzar sobre trabajo que no hemos podido priorizar. El principal propósito de este día es dejar nuestras agendas más libres de trabajo síncrono para poder enfocar más tiempo a nuestros espacios personales. Con esta iniciativa buscamos evitar el burnout, tanto del equipo como de nuestras estudiantes y usar el espacio como cada uno/a considere.
El tener esta figura de viernes flex ha permitido que cada quien lo adapte a su manera, y encuentre lo que mejor le funcione, ya que este mismo día se puede ver diferente para cada uno/a de nosotros/as. Por ejemplo, hay quienes deciden no tener reuniones para terminar sus pendientes, otros/as se organizan para no tener reuniones ni pendientes y poder tener más espacio personal, para otros equipos los viernes pueden ser clave para espacio de reflexión y deep work.
Parte de nuestros valores son el ownership y la autonomía con responsabilidad, por lo que sabemos que sea como sea que utilicen este día, al final cada Laboratorian cuenta con el criterio para organizarse y seguir haciendo un trabajo con excelencia.
A pesar de que aún estamos aprendiendo de nuestros viernes flex y cada vez vemos diferentes formas de usar el tiempo en este día, hemos visto los enormes beneficios de tenerlo y la flexibilidad que ha creado entre los/as Laboratorians para compartir las tardes de este día con sus seres queridos, haciendo lo que más les gusta o simplemente descansando.
Crear este tipo de cambios en nuestra forma de trabajar puede sonar emocionante. A pesar de que hemos visto un crecimiento en empresas y países que han adoptado esta semana de cuatro días, es importante recalcar que antes de adoptarlo se debe implementar un cambio cultural: aprender a trabajar por objetivos, generar confianza con los/as colaboradores y dar claridad sobre las metas de la organización.
Hoy sabemos que es más importante que nunca fomentar un correcto balance entre vida laboral y personal. Existen muchas formas de hacerlo y no tiene que ser exclusivamente con la semana laboral de cuatro días, pero es importante escuchar las necesidades de las personas y abrir la mente a nuevas formas de trabajar.