Las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) son de las más relevantes para el futuro económico, pero en la actualidad no hay suficiente fuerza laboral que las cubra, un problema que se debe enfrentar con nuevos planes de estudio que supongan un reentrenamiento de los empleados, así como una cultura del aprendizaje permanente.
De acuerdo con Flávia Freitas, líder de responsabilidad social corporativa para IBM Latinoamérica, abordar la brecha de habilidades en estas áreas requiere de una mayor coordinación entre los sectores público, privado y sin ánimo de lucro, pues las personas están “inquietas” de ocupar esos roles, debido a las oportunidades económicas que ofrecen.
Según datos de un estudio del Institute for Business Value de 2019, desde ese año hasta el final de 2022 habría sido necesario reentrenar a 120 millones de trabajadores en las 12 economías más grandes del mundo para adaptarse a los nuevos tipos de empleos creados o modificados por la IA.
En ese contexto, apunta la experta, una de cada cuatro personas han considerado nuevas búsquedas de empleo en el sector STEM e incluso menciona que existe un afán por querer obtener más conocimientos al inscribirse en programas de capacitación.
Cubrir estas vacantes es de suma relevancia, comenta, pues de no hacerlo se puede generar una disminución de la competitividad en las naciones, disparidades socioeconómicas más marcadas, reducción de la innovación, así como frustraciones por el potencial no desarrollado de las personas.
La educación debe estar ligada a los empleos
Para Flávia Freitas, en la formación preuniversitaria también se necesita de una exposición continúa a los temas STEM.
“Las clases podrían combinar múltiples disciplinas, enseñando habilidades específicas que se alineen con vacantes de trabajo reales”, comenta.
Resalta que el sector privado necesita hacer un mejor trabajo de alineación continua del camino que las personas en búsqueda de empleo, es decir, asegurarse de que la capacitación esté diseñada para cumplir con los estándares de la industria y que las habilidades coinciden con los requisitos laborales.
“A medida que los estudiantes se convierten en solicitantes de empleos activos, las empresas necesitan ser más flexibles y de mente abierta cuando se trata de las credenciales que se consideran apropiadas y adecuadas para las aplicaciones, particularmente para puestos de entrada o nivel medio”, puntualiza.
No obstante, un problema que aún debe atender este sector es el de la poca oportunidad para las mujeres, pues ellas no están lo suficientemente representadas, además de que en este rubro existe una brecha salarial del 18 al 32%, de acuerdo con expertas consultadas por Expansión .
Cifras de la ONU muestran que las mujeres representan apenas el 3% de los estudiantes en el mundo que toman clases sobre tecnologías de la información y la comunicación, el 5% de matemáticas y cursos de estadística, y el 8% cursos de ingeniería, manufactura y construcción.
Por lo tanto, para establecer un entorno apto para ellas, Flávia menciona que es necesario captar su atención desde etapas tempranas, como el nivel medio, pues estudios han demostrado que los objetivos de carrera cambian de manera drástica entre los 14 a 17 años aproximadamente, y es el momento más crítico para ganar el interés de los jóvenes.