La licencia por paternidad en Perú es de 10 días calendario consecutivos, los cuales pueden ampliarse con los días de vacaciones pendientes de goce que tiene el trabajador; mientras que la licencia por maternidad es de 98 días, sobre la que también se puede gozar vacaciones para extender el tiempo de cuidado del menor.
Pierre Mendoza, director en HR Legal Lab, comentó que en algunos países de América Latina los días de licencia por paternidad superan los 10 días.
Así por ejemplo, precisó que Uruguay otorga 13; mientras que Paraguay y Venezuela otorgan 14 días de licencia por paternidad.
“El caso de Europa es distinto, pues la licencia por paternidad llega a 16 semanas en el caso de España, 14 semanas en Alemania, 28 días en el caso de Francia, entre otros. Lo particular es que, en algunos países europeos como España, Alemania, Finlandia, Noruega, los días de licencia por paternidad y maternidad son iguales”, resalta.
Según un estudio del Banco Mundial -Elena Rubiano, “¿Queremos conmemorar a los padres? Hablemos de la licencia de paternidad”-, en países donde las licencias por paternidad son más prolongadas, la participación de las madres en el mercado laboral es mayor; y no solo eso, la distribución de las actividades para el cuidado del menor es más igualitaria pues el padre tendría más tiempo para ello.
“Recordemos que estas licencias tienen por finalidad atender y cuidar al recién nacido en sus primeros meses de vida, siendo que dicha responsabilidad puede ser compartida y distribuida equitativamente entre el padre y la madre”, menciona Mendoza.
El abogado laboralista indica que en Perú, existe una percepción de que las madres trabajadoras pueden tener más obstáculos para mantener su trabajo o continuar su desarrollo profesional luego de la maternidad.
“En nuestra opinión, no solo por el periodo prolongado de ausencia, sino también porque los hombres, a nivel regulatorio, presentan una reinserción laboral más rápida luego del nacimiento del menor. Por ello, consideramos que una mayor cantidad de días de licencia por paternidad incluso generaría mayor igualdad de oportunidades en el acceso al empleo, promociones o incrementos de sueldo para las trabajadoras”, indica.
Sesgos y barreras
María Gracia Espinoza Rosemberg, business development manager de Laboratoria, dijo a gestion.pe que aquellas mujeres que logran integrarse al sector productivo, vinculado a la tecnología, “lo más común es que sean objeto de cuestionamientos sobre sus prioridades, capacidades, aspiraciones y responsabilidades”.
“La histórica falta de equidad en el reparto de las tareas domésticas es una barrera que limita la mayor presencia de mujeres en tecnología. El estudio que conducimos evidenció que las mujeres dedican en promedio 34.5 horas a la semana a estas actividades, casi tres veces más que los hombres; fenómeno que ocurre en toda la región Latinoamericana”, mencionó.
“En Chile, México y Perú, este tiempo promedio supera las 40 horas, por lo que se transforma incluso en un trabajo de tiempo completo y, en consecuencia, también una de las principales dificultades para incorporarse a la vida profesional, debido a que deben compatibilizar su trabajo con las actividades domésticas no remuneradas, lo que implica una carga de trabajo excesiva”, cuestionó la business development manager de Laboratoria.
Sobre lo que se decide estudiar o trabajar. Espinoza Rosemberg, menciona además que de otra parte, está “la presencia constante de estereotipos y sesgos inconscientes desanima las aspiraciones a que las niñas puedan tener sobre desarrollarse en STEM, debido a que se insinúa de entrada que las mujeres no son bienvenidas en dichos espacios, incrementando así las dudas sobre sus propias capacidades y haciéndolas creer que para desarrollarse en estas áreas deben ser realmente sobresalientes para estar a la altura de lo que podría hacer un hombre”.
Asimismo, dijo que otro obstáculo que afecta a las mujeres, es la limitada presencia en posiciones de liderazgo dentro de las compañías. De esta manera son pocas las mujeres con empleo formal que se encuentran en roles de toma de decisiones.
En América Latina menos del 40% ocupa puestos gerenciales y solo 20% de las empresas tienen mujeres como CEO de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Esto afecta directamente al desempeño de las empresas, debido a que está demostrado que tener más mujeres en roles de liderazgo en el sector privado tiene un efecto positivo en la rentabilidad de las empresas y en sus resultados comerciales”, destaca Espinoza.
Por ello, el director de HR Legal Lab, señala que en esta fecha del Día del Padre se reflexione, reevalúe y elimine estereotipos, en los que la madre no puede desarrollarse profesionalmente por motivos de embarazo, o que el cuidado del menor es de su exclusiva responsabilidad.
“Es importante fomentar una paternidad responsable, con una participación más activa en el cuidado y la crianza del menor, tanto a nivel regulatorio como a nivel empresarial”, concluyó.