Es un hecho que durante la pandemia se evidenció aún más la gran vulnerabilidad que tienen las mujeres en el ámbito laboral. Es más, de acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), durante el 2020 se registró una contundente salida de mujeres de la fuerza laboral, quienes, por tener que atender las demandas de cuidados en sus hogares, entre otras responsabilidades, no retomaron la búsqueda de empleo. Esto se debe a muchos factores, pero principalmente a que el 56.9% de las mujeres en América Latina trabajan en los sectores más impactados por la pandemia, tales como el turismo, manufactura, retail o trabajo doméstico remunerado. El mismo informe de CEPAL calculó que la tasa de desocupación de las mujeres alcanzó el 12% en 2020. Específicamente en México, la pérdida de empleos fue abismal, alcanzando 1.6 millones de personas, de las cuales el 84% son mujeres según datos del INEGI.
Pero la crisis no afectó a las mujeres de la misma manera en toda la economía, y de hecho, la pandemia amplió las posibilidades en uno de los sectores en el que existe un altísimo potencial de crecimiento laboral: el de las Tecnologías de la Información. Por un lado, la pandemia ha acelerado el consumo de bienes y servicios digitales, y no hay que olvidar que las empresas a nivel mundial se vieron casi forzadas a iniciar sus propias transformaciones digitales a raíz de la pandemia, impulsando la demanda de capital humano capacitado. Por otro lado, a pesar de ser uno de los sectores con una brecha de género muy alta, -en América Latina, menos del 20% de las vacantes tecnológicas están ocupadas por mujeres- nuestra percepción es que las empresas del sector muestran más interés en la contratación de mujeres, pues la falta de inclusión impacta directamente en la competitividad de las empresas, en sus procesos de contratación, en su rendimiento y, finalmente, en sus resultados de rentabilidad.
En Laboratoria, organización que busca formar y propiciar la inserción laboral de más mujeres en el sector tech, hemos observado que el talento femenino conformado por las 2,000 mujeres egresadas de nuestro bootcamp a nivel regional ha sido poco impactado por la pandemia: la tasa de empleabilidad se mantuvo en 88%, lo que denota la gran estabilidad y potencial de crecimiento que este sector ofrece a las mujeres.
Es por eso que el sector digital puede ser una oportunidad para incluir a mujeres que deseen darle un giro e impulso a sus carreras profesionales, hayan o no perdido su trabajo por la situación sanitaria mundial. La pandemia cambió la vida de muchas personas, y las mujeres fueron desproporcionadamente afectadas. Las dificultades son muchas, y seguirán teniendo un impacto durante años, pero existen oportunidades también que tenemos que aprovechar para forjar un futuro diferente. Esto es algo que nos emociona, ya que estamos convencidas de que una mayor diversidad en la industria es clave para que podamos crecer no solo la economía digital, sino como sociedad. La prueba de esto son las más de 2 mil mujeres egresadas de Laboratoria que están demostrando, cada una desde sus roles, que esto es posible.