La brecha de conectividad femenina y su inclusión en el mundo laboral tecnológico es aún un desafío importante por superar y para lo cual se requiere de un trabajo estructurado a nivel de todas las organizaciones, resaltó María Gracia Espinoza, Business Development manager de Laboratoria Perú.
¿Cómo encuentra a las empresas del país el 17 de mayo del 2022, en términos de conectividad y digitalización?
El 17 de mayo es un día muy importante porque nos hace conscientes de la relevancia que tiene internet en nuestro día a día. Hoy, muchísimas de las actividades que realizamos en nuestro cotidiano dependen, de un modo u otro, del internet. En este contexto, el escenario actual en el Perú es que muchas áreas de la sociedad, incluyendo empresas y el sistema educativo, tuvieron que volcarse a la transformación digital casi en forma inmediata al presentarse la pandemia. Esto provocó la aceleración del desarrollo de sistemas en todas las industrias, además de aumentar el consumo de productos digitales por parte de la población.
Un ejemplo de esto es el índice de conectividad en el país. De acuerdo a las cifras del INEI, entre el 2020 y 2021 el acceso a Internet en los hogares alcanzó el 55%, es decir, subió en un 9,6% en el periodo indicado. [Sin embargo,] un aspecto técnico relevante es que los principales actores de todo el sistema de telecomunicaciones deben poner mayor atención en suministrar mejor velocidad de Internet, para asegurar que sea una herramienta útil y accesible para todos.
¿Qué tanto se avanzó en los últimos dos años con la pandemia en la incorporación de la mujer en el mundo conectado y el de las empresas del sector TI?
En el caso de Laboratoria, ya veníamos con un trabajo intenso de capacitación en desarrollo web y habilidades para la vida, conectando a nuestras egresadas con empleos de calidad en la industria tech. En los últimos dos años, y gracias a que nuestros bootcamps transitaron a una experiencia totalmente remota, hemos podido llegar a más mujeres y de distintos rincones del continente. Creemos que eso ha pasado con la digitalización de la educación y con las oportunidades laborales también. Nos dimos cuenta que creció el interés entre mujeres por aprender e ingresar al mundo tech, y que las empresas que aún no habían iniciado sus procesos en la transformación digital comenzaban a hacerlo y requerían de mayor personal.
¿Cuánto se ha reducido la brecha digital de género?
Se han logrado importantes avances de diversas organizaciones, como Laboratoria, que trabaja en reducir la brecha digital de tecnología, pero aún hay mucho camino por recorrer. El campo laboral del sector de tecnología cuenta cada vez con más demanda, pero existe una brecha de género que debe reducirse. Según un estudio realizado entre Laboratoria y el Laboratorio de Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID Lab), en América Latina en el sector de tecnologías de la información y comunicación (TICs), solo una de cada cuatro profesionales es mujer y una de cada cinco se desempeña en puestos técnicos en el mundo. Así mismo, las profesionales de ciencia, tecnología y computación representan en promedio menos del 30% del total, por lo que debemos seguir trabajando el tema y motivar a más mujeres a ingresar al mundo tech, para que así puedan construir un mundo más inclusivo, diverso y competitivo.
¿Cómo se puede revertir esa brecha digital de género persistente?
Existen intenciones reales de incluir a más mujeres en las tecnologías y Laboratoria es un ejemplo de esto. Trabajamos para revertir las desigualdades a las que se enfrentan las mujeres para acceder a empleos de calidad en Latinoamérica y, para esto, tenemos un bootcamp de clase mundial que las forma en tecnología y las conecta con empleos tech bien remunerados, así como una comunidad muy poderosa de más de 2400 mujeres que transformaron sus carreras al entrar al sector de tecnología.
¿Qué más se debe hacer?
Las barreras que impiden la participación de las mujeres en tecnología son complejas y se gestan y desarrollan en distintos momentos y lugares, por lo que las estrategias a implementar deben abordar la problemática desde distintos ángulos. Entre ellas, son fundamentales las limitaciones educativas de la región, la socialización de estereotipos de género y la introyección de sesgos inconscientes, la arraigada inequidad en el reparto de las actividades domésticas, la ausencia de modelos a seguir, las expresiones de discriminación laboral y la falta de acciones contundentes con enfoque de género en el ambiente laboral. Para eliminar estas barreras, es necesario reconocerlas y, a partir de ello, trabajar en iniciativas concretas a favor de la diversidad e inclusión.
Trabajar en su eliminación no solamente constituye una necesidad imperativa para las mujeres, sino también una tremenda oportunidad económica para las organizaciones, empresas y la sociedad en su conjunto. En efecto, de acuerdo con ONU Mujeres, la falta de participación femenina en la innovación tecnológica provocará la pérdida de billones de dólares en la economía mundial. En este sentido, en Laboratoria queremos visibilizar las dimensiones de la exclusión femenina en tecnología y sus efectos a nivel individual, colectivo y social, así como proveer recomendaciones concretas para que todos los actores de la sociedad, y en especial los miembros del ecosistema digital y las empresas que estén creciendo sus equipos de tecnología, podamos generar alianzas e impulsar grandes esfuerzos hacia la inclusión de las mujeres en tecnología.
¿Hay recomendaciones especiales para lograr esa inclusión femenina en las empresas?
En nuestra publicación “El futuro de la tecnología: inclusión femenina” para acompañar a las empresas en sus esfuerzos de inclusión de la mujer se recomienda:
- Comprometerse con la diversidad y la inclusión: establecer metas de contratación y presencia femenina para las distintas áreas permite alinear a todas las personas con las estrategias determinadas internamente. Reconocer el valor de la diversidad de talento como guía para la organización permitirá que se vean verdaderos avances y que se empiecen a cambiar paradigmas sobre el sector tecnológico.
- Colaborar y tender puentes para que más mujeres accedan a formación en tecnología: otra área en la que las organizaciones pueden incidir para aumentar la participación de las mujeres en tecnología viene antes del sector laboral: a través de la formación de talento y de inspirar a mujeres jóvenes a desarrollar habilidades digitales.
- Asegurar procesos de contratación inclusivos y libres de sesgos: las organizaciones deben trabajar para establecer procesos de contratación más inclusivos, a los que puedan llegar todas las personas cualificadas para los puestos ofrecidos.
- Generar marcos de trabajo incluyentes donde las personas puedan desarrollarse y crecer: es necesario un esfuerzo para que las políticas laborales privilegien un ambiente de trabajo favorable e incluyente en el que todas las personas puedan desarrollarse y aportar a la organización
- Convertir datos en acciones: es esencial recabar datos y estadísticas y desglosarlos por género. Analizarlos con esta perspectiva ayudará a identificar patrones y necesidades. Además, recopilar información pertinente es la base para monitorear la eficacia de las acciones.
¿Cuál debería ser la prioridad hoy en torno a la digitalización?
Sin duda, primero es conocer cómo se encuentra el sector tech en el campo laboral, cuál es la oferta, la demanda, y las oportunidades que existen en cuanto a los diferentes tipos de capacitación y estudios en la materia. La transformación digital, y sobre todo debido a la pandemia, se ha dado en forma disruptiva y ha llevado a todos a digitalizarnos más allá de lo que comúnmente usábamos.
En los próximos tres años, Laboratoria seguirá capacitando a miles de mujeres en la región, ahora mediante un programa totalmente remoto, para trabajar y crecer en el sector de tecnología. A través de nuestro programa, queremos revertir las desventajas que las mujeres de menores oportunidades han enfrentado para acceder a trabajos de calidad en la creciente economía digital, y así contribuir a construir un futuro más equitativo en la región. Más mujeres trabajando en tecnología significa más mujeres construyendo el futuro de nuestra región.
¿Qué nos falta como políticas para que la mujer sea parte principal de la IV Revolución Industrial?
Los próximos años, pase lo que pase, son años donde nos va a tocar, desde todos los espacios, -como la empresa, la sociedad civil y el Estado-, apostar por la igualdad de género, los derechos de las mujeres y otras minorías. Es una agenda que no podemos dejar de lado, si bien hay temas también importantes, como la salud, el enfoque de género es transversal a absolutamente todo lo que hagamos. Debemos proteger lo que hemos avanzado para que no haya retrocesos, ver cómo podemos seguir avanzando en temas de igualdad de género e invertir en el talento de las mujeres jóvenes y así estén preparadas para los empleos del futuro. Si no invertimos para tener a miles de mujeres más con las habilidades necesarias para adaptarse, vamos a pagar las consecuencias, así que es un tema al que debemos darle mayor importancia.
Durante los últimos dos años, el ecosistema de las edtechs -organizaciones educativas en tecnología- ha experimentado un crecimiento significativo en América Latina. Hay muchos más proveedores de educación de todo tipo en el espacio de la capacitación digital, respondiendo a la creciente demanda, tanto de los estudiantes como de las empresas contratantes. En este sentido, sabemos que el talento tech junior es fundamental para preparar al capital humano de Latinoamérica para la era digital, trabajando para alcanzar la demanda de especialistas que requiere la industria en la región. Al hacer esto, hay que tener claro que es urgente abordar la brecha de género ahora junto con las empresas y la sociedad.
¿Qué avances han realizado ustedes en el último año y cómo se revirtieron los desafíos que impuso la pandemia? ¿Cuál es su nueva meta?
En marzo de 2020 anunciamos que todas nuestras operaciones pasarían a trabajo remoto. Hoy somos una organización remote first, con nuestro equipo de más de 100 personas trabajando desde sus casas en distintos países. También logramos implementar con éxito los bootcamps remotos, llegando incluso una diversidad mayor de mujeres que antes tenían dificultades de participar debido a restricciones geográficas. En Perú, ya hemos realizado seis bootcamps 100% remotos, además de dos que partieron en modo presencial y pasaron a remoto en el proceso.
En los próximos tres años, Laboratoria seguirá capacitando a miles de mujeres en la región, ahora mediante un programa totalmente remoto, para trabajar y crecer en el sector de tecnología. A través de nuestro programa, queremos revertir las desventajas que las mujeres de menores oportunidades han enfrentado para acceder a trabajos de calidad en la creciente economía digital, y así contribuir a construir un futuro más equitativo en la región. Más mujeres trabajando en tecnología significa más mujeres construyendo el futuro de nuestra región.