En México, la situación actual de la inclusión económica de las mujeres es preocupante; solo 47% de las mujeres mexicanas participan en la fuerza laboral y de ellas, la mayoría trabaja en el sector informal y/o en puestos con salarios bajos que carecen de oportunidades de crecimiento (OCDE). La nueva publicación de Laboratoria y SAP México muestra las dificultades que enfrentan las mujeres para incorporarse al sector tecnológico en México, así como los hallazgos identificados con relación al impacto social y económico que genera su discriminación.

Esta situación se agrava todavía más en el históricamente “masculino” sector tecnológico, en donde solo 10% de profesionales en programación son mujeres y aún menos ocupan los puestos con mayor influencia (EQUALS). Si bien la baja participación de las mujeres en la fuerza laboral es causa y muestra de la brecha de género existente en el país, la situación del sector tecnológico es, por su impacto, aún más alarmante.

Hoy el mundo está en el comienzo de la cuarta revolución industrial; una época en que la economía mundial es más y más, una economía digital, y en que el conocimiento tecnológico no solo es un área de especialización, sino una herramienta transversal. En este contexto, la tecnología representa una oportunidad gigantesca: para las mujeres mexicanas, de acceder a mejores condiciones laborales, para las empresas mexicanas, de crecer sus negocios, y para México como país, de volverse más competitivo y tener una sociedad más equitativa.

Sin embargo, con la falta de mujeres en el sector tecnológico actual, estos cambios profundos en la economía también llevan un gran riesgo; se puedan reforzar la exclusión de las mujeres en el sector tecnológico y exacerbar, en vez de reducir, el nivel de desigualdad de género en México. Por eso, la implementación de medidas para asegurar la inclusión se torna urgente. Solo con acciones concretas, promoviendo por una estrecha colaboración entre las empresas, el gobierno y las organizaciones de la sociedad civil, podemos cerrar la brecha de género en la industria tecnológica y con eso, aprovechar juntos los beneficios de tener más mujeres desarrollando en tech.