En los últimos años ha cobrado mayor relevancia el término Inteligencia Artificial, y no solo por la innovación o los beneficios que ofrece esta tecnología, sino por los mitos que han infundido temor entre la población al grado de, inclusive, rechazar su uso.
Y esta negación a su implementación ya está alcanzando a los niveles gerenciales de las empresas, lo cual está privando a las organizaciones y, por lo tanto, también a su fuerza laboral, no solo de beneficiarse de ella, sino de contribuir al perfeccionamiento de esta tecnología.
Ahora bien, es comprensible este temor pues hemos estado expuestos a información sobre cómo la Inteligencia Artificial (IA) ha llegado para reemplazar a las personas en sus puestos de trabajo o que es muy complejo usarla, lo que hace que todos, hasta los cargos directivos, estén renuentes a recurrir a ella.
Pero estas realidades contadas a medias están teniendo un impacto considerable, sobre todo si tomamos en cuenta que todas estas perspectivas, conocimientos y procesos diferentes que puede aportar el amplio universo de empresas que existen en el mundo, podría nutrir el aprendizaje de la IA y contribuir a disminuir los sesgos como discriminación o exclusión de los que tantas historias escuchamos.
No olvidemos que los algoritmos que conforman esta tecnología se basan en el procesamiento de grandes cantidades de datos que contribuyen a su aprendizaje, y desafortunadamente, aún vivimos en una realidad en la que la mayoría de los roles de CEO o Dirección General no están ocupados por mujeres o minorías.
Es entonces, que la Inteligencia Artificial está aprendiendo de esos patrones que se mantienen pero que, para nuestra fortuna, muchas organizaciones están cuestionando.
De ahí la importancia de que todas estas empresas con ideas transformadoras, comiencen a perder el miedo y usen este tipo de tecnologías para que su aprendizaje sea más inclusivo y diverso.
Cómo impulsar una IA más inclusiva
Hacer a un lado los temores e impulsar el uso de la Inteligencia Artificial en las empresas no es tarea sencilla, pero hay tres pasos que considero pueden ayudar a lograrlo de manera paulatina:
1. CAMBIO CULTURAL
Un primer factor a considerar es la cultura que tienen las empresas, que va desde cómo están estructuradas en términos de diversidad e inclusión, hasta el “cambio de chip” respecto al uso de nuevas tecnologías.
Preparar la cultura para la adopción de estas herramientas es clave para lograr una implementación exitosa.
2. ESTRATEGIA
Una vez superada la primera barrera, es importante pensar detenidamente cómo y en dónde podemos implementar estas innovaciones tecnológicas, de modo que podamos amplificar los beneficios, y no solo pensando a nivel empresa sino en el impacto positivo que podemos causar en la vida de las y los colaboradores.
2. ADOPCIÓN
El último paso se trata de utilizarla, volverla parte de nuestros procesos, no sin antes tener las capacitaciones necesarias para tener una experiencia positiva y efectiva con el uso de herramientas como la IA.
Contribuir con una perspectiva más diversa e inclusiva de la Inteligencia Artificial no solo tendrá repercusiones a nivel corporativo, sino que también estaremos aportando a perfeccionar y actualizar una tecnología a la que millones de personas están expuestas diariamente y que probablemente será fundamental de aquí a un futuro próximo.
Fuente: https://mitsloanreview.mx/colaborador/el-camino-hacia-una-inteligencia-artificial-mas-inclusiva/