Incluso durante un tiempo de crisis con despidos masivos, la industria tech muestra claras tendencias hacia un crecimiento sostenido a largo plazo. Por ejemplo, de acuerdo con datos de la firma de consultoría Select, tan solo en México el mercado de tecnologías de la información y comunicación (TIC) tendrá un crecimiento de 5.8%, realidad que se repite en países como Chile, donde la economía digital supera ya el 22% del PIB total.
Dentro de este crecimiento, las empresas están enfocándose en la experiencia del usuario como una de las principales preocupaciones a la hora de desarrollar productos y servicios digitales. En específico, UX Design se encarga de investigar y poner a prueba la experiencia del usuario con el producto o servicio, buscando mejorar la usabilidad y satisfacer las necesidades de los clientes a través de investigación, observación, análisis de datos y prototipos, entre otras metodologías.
Ya hemos hablado sobre la industria financiera y su alta demanda de UX Designers, quienes mejoran la accesibilidad de los servicios financieros y ayudan a crear confianza en los productos con su labor. ¿Pero por qué es tierra fértil para el desarrollo del talento femenino?
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Como ya hemos mencionado, el diseño de experiencia de usuario busca que los productos y servicios sean más útiles, accesibles e, incluso, más deseables para las personas. Una experiencia insatisfactoria termina por alejar al usuario permanentemente, por lo que es necesario conocer en profundidad cuáles son sus puntos de dolor y necesidades.
Una UX Designer demuestra las soft skills necesarias para encontrar estos detalles con mayor precisión, gracias a su capacidad de organización y de demostrar empatía durante todo el flujo de trabajo. Esta es una de las características principales con las que son formadas en el bootcamp de Laboratoria y que presenta una gran diferencia en su perfil de egreso. Considerando que su trabajo contempla mucha interacción con otras personas, la entrega y recepción de feedback junto a su capacidad de hablar frente al público son elementos clave de las UX designers que ayudan en sus labores diarias.
En el contexto actual de la industria tecnológica, todos los cargos deben tener conocimientos básicos de programación para tener conversaciones fluidas durante el desarrollo de proyectos. Las UX designers deben trabajar en conjunto con los/las front end developers al momento de desarrollar los productos tecnológicos, evidenciando iniciativa a la hora de estudiar nuevos temas paralelos a su disciplina.
Además, el talento femenino seleccionado desde Laboratoria, demuestra un nivel de autonomía mayor para aprender sobre otras disciplinas para ir complementando su labor. Su iniciativa se convierte en una herramienta útil a la hora de incorporar una experiencia de usuario más personalizada, ya que se aseguran de compilar con precisión toda la información relevante para lidiar con los puntos de dolor.
Gracias a sus experiencias previas y perspectivas únicas, las UX designers pueden incorporar nuevas miradas hacia la compilación de información durante las fases iniciales de investigación. Esto permite considerar aristas de accesibilidad e inclusividad que, históricamente, han sido ignoradas por las empresas tecnológicas hasta recientemente.
Como nota aparte, la diversidad que trae el talento femenino tiene directa incidencia sobre las ganancias económicas del negocio: según un informe del Boston Consulting Group, las compañías con mayor diversidad en sus equipos reportaron 19% mayor rentabilidad en innovación que otras compañías con menor diversidad.
Las UX Designers suelen estar situadas en equipos de desarrollo entregando información valiosa sobre cómo debe ir forjándose el producto final según la información compilada desde su disciplina. El talento femenino debe ir comunicándose con un entorno de trabajo multidisciplinario de manera certera y clara, exponiendo sus ideas con claridad y demostrando capacidad de escucha activa en todo momento.
Es por esto que el programa de formación de Laboratoria, se enfoca en generar un trabajo integrado, en equipo y que les permita experimentar de manera cercana el entorno laborar. Por lo tanto, una UX Designer se convierte en alguien capaz de procesar distintos puntos de vista y entender diferentes formas de trabajo en pos de sacar el proyecto adelante.
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