Han pasado varios meses desde el día en que tomé esta foto. Fué mi primer día en Laboratoria y además era el primer día en que alguien del equipo de Colombia trabajaba desde el país. La tomé muy emocionada.
Nuestro primer espacio en Bogotá, Colombia (Octubre, 2019)
Desde ese momento ha pasado mucho. Todo lo que implica la apertura de una nueva sede, conformar un nuevo equipo, adaptarnos en medio de una pandemia y muchos detalles que seguramente en ese momento de la foto no veía entre nuestros planes.
Lo que sí estaba en los planes, era el momento en que iniciaría el Bootcamp. Sería en mayo de 2020, esa fecha estaba definida como el norte de nuestro trabajo como equipo, y después de algunos meses, en un contexto de pandemia y mucha adaptabilidad se hizo real. El 27 de mayo iniciamos el primer Bootcamp de Laboratoria en Colombia.
Quise compartir en estas líneas algunos de los aprendizajes que me viene dejando este proceso, especialmente lo que me han enseñado las estudiantes del Bootcamp con quienes he compartido la mayor parte de mi día en los últimos meses.
1. La diversidad en el espacio de aprendizaje.
Según el DANE solo el 17% de los trabajos dedicados a temas de tecnología son ocupados por mujeres y se calcula una brecha de talento para el sector tech de 80.000 empleos. Por esta razón hemos decidido aportar a un sector más diverso e inclusivo promoviendo el aprendizaje y la empleabilidad de mujeres como desarrolladoras web.
Y si algo he aprendido en estos meses, es que además del género con el que nos identificamos, la diversidad en el Bootcamp también se construye en la forma en que cada una de las estudiantes aprende y desarrolla su potencial.
No hay clases, profesores o notas, estos aspectos en un entorno educativo estandarizan para acompañar de forma uniforme a un grupo que en sí mismo es diverso. En cambio tenemos proyectos, objetivos de aprendizaje, coaches, espacios de feedback y mucha auto evaluación, lo más parecido a un espacio laboral en donde aprendes haciendo y como resultado de tu trabajo con otras personas. Esto que suena muy innovador, es un proceso realmente desafiante.
Desafiante para las estudiantes que se enfrentan a algo muy diferente, ser dueñas de su aprendizaje, apoyarse con otras, tomar las decisiones de por dónde ir, cuándo pedir apoyo etc. Y desafiante también para el equipo porque cada proceso es único, sus motivaciones, sus formas de aprender, sus ritmos, sus habilidades técnicas y blandas, sus experiencias previas etc
Los resultados, como es de esperarse, también se desmarcan de las ideas más tradicionales. No hay buenas o malas estudiantes, ranking, notas, tampoco hay personas conocedoras y otras que vienen a ser instruidas, hay mujeres desarrollando su potencial de formas, ritmos y resultados muy diversos.
Me encantaría poder poner en palabras cómo el resultado de cada proyecto que desarrollan es único, porque es el resultado de su creatividad, su capacidad de aprender y de transformar ideas en productos reales. Y cómo he ido viendo el cambio en su forma de aprender, de sentirse dueñas de su proceso e ir llevando más allá esa capacidad que tenemos las personas para generar nuevas conexiones y aprender algo nuevo cada día.
2. El talento que hará la diferencia, aprende de forma diferente
He escuchado hablar de las habilidades para trabajar en la era digital, del tipo de equipos que harán que las organizaciones se transformen en medio de este contexto, y también he aprendido en el Bootcamp, que ese talento que hará cosas diferentes, aprende en espacios diferentes.
“En Laboratoria no solo aprendes a programar” es una de las frases más repetidas en los testimonios de estudiantes y egresadas, y es algo muy importante, porque trabajar en la era digital, ya no tiene que ver con seguir instrucciones, leer manuales, aplicar procesos etc. Tiene que ver con la capacidad de adaptarnos a entornos de mucha incertidumbre, de aprender a aprender en una industria que se renueva tan rápidamente, y de trabajar en equipos ágiles y diversos.
Cada vez que las estudiantes inician un nuevo proyecto en el Bootcamp, asumen el reto de hacer algo que nunca habían hecho antes, sin instrucciones, sin clases, sin pasos ni respuestas obvias. Tal como será en los proyectos que asuman de aquí en adelante en sus carreras profesionales.
Según el DANE la tasa de desempleo de mujeres en Colombia es de 15.3%, un 6.2% mayor al porcentaje de desempleo en hombres, una cifra bastante preocupante, si entendemos la importancia del trabajo para construir un proyecto de vida autónomo y para desarrollarnos en un espacio que promueva nuestras habilidades y potencial.
No deja de sorprenderme la valentía que ha tenido cada una por desafiar estas cifras, apostarle a su futuro como desarrolladoras web, la capacidad de adaptación que han tenido para crear juntas un espacio lleno de colaboración, sororidad, risas y cercanía en medio de un ambiente remoto y finalmente la diversidad de sus historias y experiencias previas.
Tengo mucha expectativa de lo que viene, para los meses que nos quedan de la primera cohorte de Laboratoria en Bogotá, para el inicio de la experiencia laboral de las futuras egresadas y para las Laboratorians que vienen en camino.
Para cerrar quisiera compartir la última foto. La foto más reciente que tengo.
A solo tres meses del bootcamp, 15 estudiantes de Bogotá se animaron a participar de “Hackeando la Desigualdad” un evento en el que participaron más de 100 estudiantes y egresadas de Laboratoria. Con mucha emoción vimos a 8 mujeres llegar al grupo de finalistas y a 4 de ellas llevarse el premio al segundo puesto.
Fue un momento muy emocionante. Para las que participaron y para las que hicimos barra desde Zoom. Estos tres meses han sido de mucho aprendizaje, creo que ese día lo dimensionamos y nos alcanzamos a imaginar lo que se viene en el Bootcamp y en sus futuros profesionales.
Squad Amigas del código en Hackeando la Desigualdad