Astrid Piñero, Tatiana Roa y Jessica Joya son tres mujeres que decidieron cambiar sus vidas y avanzar en un sector que puede parecer lejano para las mujeres, pero que brinda muchas oportunidades de crecimiento personal y profesional: el sector tech. Con decisión, y seguras de que lo lograrían, iniciaron sus carreras en programación y diseño web, y hoy cada una se desempeña como desarrolladora web en grandes empresas.
Es claro que cuando hablamos de mujeres, inclusión y tecnología, todavía hay algunos temas que tratar, como la inmensa brecha de género en tecnología, los sesgos que impiden a las mujeres estudiar carreras relacionadas con las ciencias y matemáticas, o el cambio de mentalidad de las industrias para contratar talento tech diverso. Sin embargo, encontramos mujeres decididas como Jessica, Tatiana y Astrid, que vieron en este mundo una oportunidad para mejorar sus vidas a nivel profesional y personal.
Ellas decidieron avanzar y hoy cuentan una historia de vida que involucra un buen trabajo en empresas multinacionales con cargos de desarrolladoras de software en el mundo tech y con proyecciones para seguir creciendo.
De acuerdo con Laura Sánchez, responsable del bootcamp de Laboratoria en Colombia, “cada vez más vemos cómo las mujeres se interesan por trabajar y desarrollarse profesionalmente en el sector de la tecnología. Más de 100 mujeres se han graduado de nuestro programa de desarrollo web en nuestro país y más de 40 empresas han confiado en su talento contratándolas en sus equipos de tecnología”.
“De nuestra primera promoción se alcanzó cerca de un 80% de empleabilidad con un salario inicial en la industria de 2.7 millones de pesos colombianos”, aseguró Laura.
Estas son cifras prometedoras para quienes inician en este sector. Por ejemplo, Jessica Joya, egresada de Laboratoria, había incursionado en el mundo laboral como analista de inventario y en gestión de calidad, pero sentía que estas opciones no la hacían crecer profesionalmente y, por ello, buscó una oportunidad en la tecnología.
“Cuando ingresé al bootcamp de Laboratoria me dio una nueva perspectiva. No solo me facilitó las herramientas técnicas y operativas, sino que me enseñó a trabajar en equipo, en comunidad, apoyarme y apoyar a otros en el trabajo, eso es lo que nos hace avanzar en el mundo laboral. Hoy, trabajo como ingeniera en soporte de aplicaciones y tengo muchas posibilidades de seguir avanzando en mi vida profesional, con horarios flexibles y mejorando mi calidad de vida”, comenta.
Por su parte, Tatiana Roa es Software Developer Analyst de Mercado Libre. “Mi experiencia ha sido la mejor. Cuando inicié el bootcamp llegué sin experiencia y sin conocer nada del mundo de la tecnología, pero eso no fue obstáculo para mi aprendizaje. Logré crecer y aprender, y hoy siento que puedo hacer muchas cosas más para mi vida laboral y profesional”, explica.
Para Astrid Piñero -venezolana radicada en Colombia y mamá- la tecnología y la metodología de aprendizaje que conoció en Laboratoria le han permitido también hacer cambios no solo en su vida profesional sino también personal.
“Soy una persona más segura de mí misma y de mis capacidades gracias a la tecnología. Al lograr escalar y pasar obstáculos en este campo, también siento que puedo hacer lo que sea en otros aspectos de mi vida”, comenta.
En este sentido, Laura Sánchez explica que «esto no solamente muestra el impacto que Laboratoria ha tenido en la vida de estas mujeres, sino el talento que existe entre las mujeres de Colombia, quienes están apostando por la industria tecnológica”.
Los casos de Jessica, Tatiana y Astrid son solo tres de muchas experiencias que ha logrado recoger Laboratoria en estos años de permanencia en Colombia. “Desde que iniciamos nuestra llegada al país a finales del 2019, ya han pasado 3 bootcamps de Laboratoria en Colombia. El 98% de mujeres que han sido parte de la experiencia han reportado una satisfacción entre 4 y 5 (máxima es 5) con el programa”, dice Laura.
Laboratoria es una organización, creada por Mariana Costa en Perú, que trabaja para lograr una economía digital más diversa, inclusiva y competitiva y que abre oportunidades para que cada mujer pueda desarrollar su potencial.
Esto se hace a través de un bootcamp intensivo de seis meses en habilidades técnicas y para la vida, dirigido a mujeres que aún no han podido comenzar una carrera profesional. Tras el programa, se conecta a las estudiantes con empleos de calidad en desarrollo de software y diseño de experiencia de usuario, donde pueden comenzar sus carreras, e impulsan una comunidad de egresadas en la que se apoyan mutuamente en su crecimiento como futuras líderes del sector de tecnología.
Artículo originalmente publicado en Mastkhw