La Inteligencia Artificial (IA) es una de las tecnologías más disruptivas y prometedoras de la actualidad. Su aplicación en diversos sectores y procesos puede generar enormes beneficios para las empresas y la sociedad, especialmente en términos de productividad y competitividad.
Según un estudio elaborado por la consultora DuckerFrontier para Microsoft, la IA tiene el potencial de transformar las industrias y la naturaleza de los trabajos, aumentando la productividad y acelerando el crecimiento económico de Latinoamérica. En el caso de Colombia, por ejemplo, se estima que si se adopta la IA al máximo nivel posible en los próximos 10 años, se podría triplicar la productividad y aumentar el PIB hasta un 6.8%.
La IA puede mejorar la productividad de las empresas de varias maneras, como optimizar los procesos, automatizar las tareas repetitivas, reducir los errores, incrementar la calidad, personalizar los productos y servicios, facilitar la toma de decisiones y fomentar la innovación. Además, la IA puede generar un cambio en la demanda hacia trabajadores altamente calificados, capaces de aprovechar las oportunidades que ofrece esta tecnología.
Sin embargo, para lograr estos beneficios, se requiere de una serie de condiciones y desafíos que deben ser abordados por los líderes empresariales. Entre ellos, se destacan:
La IA es una herramienta poderosa que puede impulsar el desarrollo económico y social de Latinoamérica, siempre que se utilice con criterios éticos, inclusivos e innovadores. Por ello, es fundamental que los líderes empresariales se involucren activamente en este proceso y aprovechen las ventajas competitivas que ofrece esta tecnología.