Este es mi primer artículo del 2021. Como muchos, también tengo la esperanza de que este será un año más positivo y productivo que el 2020.
En estos primeros días he reflexionado sobre el desarrollo de un marco de trabajo efectivo que le permita a un equipo usar los recursos del negocio para explotar su potencial para experimentar y descubrir lo nuevo. El 2020 resaltó la dificultad de varios negocios para adaptarse a los cambios que hemos vivido como sociedad. En gran medida esto ha ocurrido porque no hemos sido capaces de romper con las burocracias internas que limitan a las y los colaboradores a aprender e innovar.
La humanocracia es un concepto ideado por Gary Hamel y Michele Zanini publicado en su bestseller “Humanocracy”. Ellos intentan evidenciar la importancia de construir organizaciones que inspiran a las personas a usar todo su ingenio para desarrollar negocios más resilientes y adaptables.
Para lograr la humanocracia en una organización es necesario romper con los procesos burocráticos que la limitan, para resaltar atributos como la creatividad, las habilidades que traen las personas, la colaboración entre miembros de un equipo, el compromiso con el propósito del negocio, y resaltar la determinación de las y los colaboradores por hacer productos o servicios de calidad y valiosos para los clientes.
Empresas como Nucor, la planta de acero más grande del mundo con más de 26,000 trabajadores y $27B USD de ventas al año, o Haier, una empresa productora de electrodomésticos, electrónica y aires acondicionados con más de 75,000 trabajadores y $35B de ventas al años, son claros ejemplos de que este sistema, que le permite a las personas usar sus habilidades humanas para el negocio, funciona.
Estas empresas no solo son más productivas e innovadoras en su rubro, sino que además crecen más rápido que sus competidores, ya que redefinen de manera continua la expectativa que tienen sus clientes de sus productos.
La humanocracia no solo tiene beneficios en lo productivo, también hace que las y los colaboradores estén más felices. En este modelo no se intenta empujar a las personas a hacer más, sino a darles las oportunidades de ser más. Esto las hace sentir más valoradas por lo que aportan al negocio, creando una mejor imagen empresarial, que ayuda a atraer al mejor talento.
En este 2021, sentemos los pilares para tener empresas más humanas, convirtiéndolas en plataformas para impactar a nuestra sociedad con productos o servicios de valor, que ayuden a nuestros países a progresar y darle la oportunidad a la gente de vivir mejor.
Entonces, ¿estás lista o listo para la era de los humanos?
*Artículo original para Diario Gestión Perú