La compañía PageGroup, especializada en talento humano, cumple una década en Colombia. Beltrán Benjumea, director general en el país, hace un balance de la operación y resalta la necesidad de las empresas de perfiles expertos en tecnología.
¿Cómo les ha ido en estos 10 años en Colombia?
Siempre hemos defendido el crecimiento orgánico. En más de 45 años de historia que tenemos y en los 40 países donde estamos nunca hemos comprado una compañía, sino que la creamos desde cero. Así fue en Brasil, México, Argentina y Chile. Y el siguiente país fue Colombia. Empezamos con Michael Page que trabaja en reclutamiento de mandos medios y directivos y a lo largo de los años crecimos con otras líneas. Hoy tenemos 130 empleados y oficinas en Bogotá y Medellín. Y lideramos Panamá y Centroamérica. Pese a las dificultades, la compañía ha resistido muy bien y la diversidad de las áreas de negocios ha hecho que podamos seguir creciendo desde todo punto de vista, no solo en facturación, sino en incorporación de personas y rentabilidad.
¿Cuáles son las líneas de negocios?
Primero, estamos en reclutamiento de altos directivos (presidentes, miembros de juntas directivas y vicepresidencias), sigue la línea de mandos medios y directivos, luego la de mandos junior que se dedica a profesionales. Estas se refieren a contratos indefinidos.
Después están el reclutamiento para servicios temporales de perfiles calificados y la línea de outsourcing enfocada a tecnología. Y, por último, está la consultoría de recursos humanos. Tenemos casi 1.000 personas trabajando para nuestros clientes en misión con distintas formas de contratación.
¿Cómo evolucionan los negocios?
La diversificación nos permitió que en pandemia tuviéramos buenos resultados. Cuando empezamos el 2021 pudimos empezar con una base instalada importante frente a otras empresas de la competencia y del sector servicios en Colombia y en otros países.
¿Y este año?
La apuesta es mantener el crecimiento por encima del 50% respecto al año pasado. El país trae un crecimiento tan potente que hay que aprovechar. Puedo decir que estamos haciendo un 75% por encima del año pasado que fue de récord histórico. El 67% del negocio es contratación permanente y el 33% es contratación flexible. Y el 40% viene del sector tecnológico, por lo que nos estamos adaptando a lo que exige hoy el mercado. Eso está haciendo que la oficina de Medellín, solo atienda a empresas de tecnología y a las que tienen demandas tecnológicas del sector real.
¿Falta personal?
Se siguen presentando más vacantes que candidatos pero, para mirar el vaso medio lleno, hay tres cosas que han beneficiado la nueva cultura pospandemia. La primera es el diseño de ofertas en sitios donde geográficamente no está el candidato, la virtualidad ha permitido que una persona en Pereira pueda trabajar para una empresa en Bogotá.
Antes eso era muy difícil hasta para un proceso de selección. Lo mismo pasa a nivel internacional, ahora que trabajamos para Centroamérica tenemos perfiles para esos países, incluso para Estados Unidos.
Y, el tercer factor importante es que ha abierto la mente especialmente a las compañías nacionales para permitir candidatos de otras geografías. Tenemos argentinos, venezolanos, ecuatorianos trabajando para empresas colombianas que antes no nos hubieran dejado presentar estos perfiles.
¿Esa movilidad también se traslada a otros sectores?
Más que el sector, tiene que ver con el perfil. Hay cargos que permiten tener una mayor flexibilidad y hay otros que exigen mayor presencialidad.
La flexibilidad es importante pero tampoco hay que olvidar que el contacto humano es clave. Hay que trabajar con flexibilidad pero no con ausencia.
¿Cuál es la mayor falencia en los perfiles de hoy?
El mercado de trabajo cada vez es más global y Colombia hasta el momento tiene más peso regional, así que la principal falencia es el inglés. Un perfil técnico con el segundo idioma vale 25% a 30% más. Luego, está la adaptación a las nuevas tecnologías.
¿Cómo superar el desempleo y la informalidad?
Primero, se debe trabajar mucho en la educación, no tanto universitaria, sino técnica profesional y en la enseñanza del inglés. Y lo otro es que la burocracia es negativa para la inversión extrajera y la creación de puestos de trabajo. La informalidad tiene dos lastres: una, que la formalidad es cara y la otra es que la burocracia alrededor de la formalidad hace que la gente considere si ser formal o informal. Hay que ayudar a las micro y pequeñas empresas, el grueso del tejido empresarial colombiano, a que encuentren la importancia de ser formal.
Artículo originalmente publicado en Portafolio.co