A inicios de agosto, Sebastian Burgos Díaz, CTO de Fandango, anunció el cierre de sus operaciones a través de una publicación en LinkedIn titulada Papaya, Cinepapaya y Fandango: “El Fin de una Startup”. Para muchas personas estas son noticias duras, pues esta es una empresa que ha inspirado a una generación de emprendedoras y emprendedores en el Perú a creer que desarrollar negocios digitales es posible.
La crisis producida por el COVID-19 no solo le ha dado un duro golpe a los negocios tradicionales, también ha truncado las oportunidades de crecimiento a las empresas que han hecho historia por ser innovadoras en el mercado local.
Cinepapaya, no solo fue una empresa peruana que logró crear valor a través de sus servicios digitales para la industria del cine en varios países de la región, sus fundadores también apostaron por reclutar talento local diverso con alto potencial para hacerlo. Esto los llevó a tener un producto capaz de construir sólidas referencias para otros emprendedores y lograr uno de los primeros “EXITS” de una empresa digital peruana, cuando creíamos que esto no era posible.
En la publicación nos quedamos con las decenas de mensajes de aliento a un equipo que lo dejó todo en la cancha. A pesar de la incertidumbre que viven, su apertura y flexibilidad para adaptarse a momentos de éxito y crisis será valiosa para cualquier empresa que necesite talento para reinventarse y así mantenerse vigente. De estas personas tenemos mucho que aprender.
Los empresarios nos quedamos con la necesidad de reflexionar de estas historias, pues es un momento clave para aprender y convencernos de que los tiempos que vienen serán duros. Salir a flote de esta crisis dependerá en gran medida de la velocidad que tenga el talento de nuestra empresa para aprender de los nuevos hábitos que tienen los consumidores.
Gracias Papaya, Cinepapaya y Fandango por recordarnos que a pesar de la incertidumbre de los momentos nada es imposible, y que el Perú tiene talento para llegar lejos.